En lugar de La Mancha vivía un hidalgo llamado Alonso Quijano, quien leía muchos libros de caballería, y por tanto leer perdió el juicio.
En medio de su locura se hizo llamar don Quijote e la Mancha, a su caballo lo nombró Rocinante, a una campesina que cortejaba la llamó Dulcinea del Teboso y se hizo acompañar de su escudero, Sancho Panza.