En virtud de una paradoja de nuestro tiempo, aparente, pues se trata de un fenómeno socialmente explicable, cada día se escribe más y se lee menos. Contrariamente a lo que prevalece en economía, hay en literatura una curiosa crisis de superproducción. Sobran los motivos para que el lector común se aleje de la lectura, y los críticos apenas tienen tiempo para dedicarse al comentario fugaz de la torrencial actualidad, comentario rodeado de riesgos, los de la amistad, la antipatía, los de la pasiones e intereses personales, de grupo o tendencia. Al margen de esta situación, los historiadores de la literatura pueden trabajar más objetiva, desinteresadamente en el examen del pasado más o menos lejano; pero se nota en sus métodos la influencia de la prisa y el perturbador apasionamiento de la crítica de la actualidad. En nuestra lengua, y en particular en Hispanoamérica, aumenta el número de los historiadores de la literatura que se desvían del análisis laborioso y esclarecedor de la realidad cuyo plano culminante es la creación literaria, dados a la frase sibilina que más que iluminar cuestiones propone enigmas y borda flotantes sutilezas.
Repasando las anteriores conclusiones, parece de fecundas consecuencias para todo historiador la alianza de la fantasía y de la sensibilidad con el trabajo intelectual y la disciplina de la crítica. Propósito, deber, ideal, a ello quiero atenerme.
Dedicado al período colonial el primer tono de esta Historia de la literatura hispanoamericana , el presente tomo segundo comprende el estudio del siglo XIX con los dos tiempos de acentuada transición que lo limitan, el que lo anuncia desde fines del siglo XX. En cuanto a método y planeamiento del trabajo, se siguen las orientaciones explicadas y seguidas en la citada primera parte. En lo concerniente a la historia literaria de Cuba, el capítulo correspondiente de esta Historia da ocasión al autor para salvar muy importantes y numerosos errores y supresiones con que apareció otra obra suya sobre literatura cubana, cuya edición no estuvo nunca a su cuidado, según se precisa en otro lugar de esta obra.
INDICE
-El siglo XIX hispanoamericano
-La época
-La literatura
-Unidad esencial en la pluralidad de lo hispanoamericano
-Unidad esencial de la literatura hispanoamericana. Los movimientos literarios hispanoamericanos: Neoclasicismo y prerromanticismo, romanticismo y
-La época
-La literatura
-Unidad esencial en la pluralidad de lo hispanoamericano
-Unidad esencial de la literatura hispanoamericana. Los movimientos literarios hispanoamericanos: Neoclasicismo y prerromanticismo, romanticismo y modernismo. Ejemplos culminantes de hispanoamericanía: José Martí, Rubén Darío.
-Literatura mexicana
-Neoclásicos y prerrománticos
-El romanticismo
-El modernismo
-Literatura peruana
-De la Colonia a la República. Clásicos y prerrománticos
-El romanticismo
-El modernismo
-Literatura chilena
-En los tiempos de la Emancipación
-En los tiempos del romanticismo
-El modernismo
-Literatura Argentina
-De la Colonia a la República
-El periódico romántico
-El modernismo
-Literatura boliviana
-De la Colonia a la República
-El período romántico
-El modernismo
-Formación de la literatura paraguaya
-Literatura uruguaya
-En los tiempos coloniales
-El romanticismo
-El modernismo
-Literatura ecuatoriana
-De la Colonia a la República
-El romanticismo
-El modernismo
-Literatura colombiana
-De la Colonia a la República : El Neoclasicismo
-El romanticismo
-El modernismo
-Literatura venezolana
-De la Colonia a la República. Neoclásicos y prerrománticos
-El romanticismo
-El modernismo
-Literatura guatemalteca
-Neoclásicos y Románticos
-El modernismos
-Otros movimientos literarios de Centroamérica
-Formación de la literatura panameña
-Literatura cubana
-Literatura dominicana
-Literatura portorriqueña