El medievo se identifica frecuentemente como un periodo oscuro, fanático y sangriento, en el que la razón está ausente, por lo cual nos resulta atractivo estudiarlo.
Pero una vez que tenemos contacto con los materiales que existen respecto al pensamiento filosófico de ese entonces, nos maravilla la lucidez de sus autores, quienes nos invitan a reflexionar profundamente acerca de quiénes somos y cómo es posible el conocimiento humano.