Apenas han transcurrido 500 años desde la caída de Tenochtitlán, y la controversia por interpretar los sucesos aún sigue viva en nuestros días. Cortés no fue el héroe dominante como él mismo se describe en sus informes al emperador y como muchos cronistas posteriores le honraron. Pero tampoco fue el demonio que acabó casi por sí solo con una cultura floreciente. Conquistadores y aztecas pretende aclarar todos los mitos.