Por lo general, la ciencia es una fuerza para el bien.
Pero, a veces, la obsesión vence a los científicos y estos convierten una noble búsqueda en algo siniestro.
Esta es la verdadera historia de lo que ocurre cuando hombres y mujeres racionales traspasan de forma flagrante los límites éticos y cometen delitos en aras del avance científico.