El Imperio romano agoniza. Su poder militar se desvanece, sus fronteras se desmoronan y sus líderes son apenas sombras de la grandeza pasada. En medio de esta decadencia, un solo hombre se interpone entre Roma y el abismo: Paulino Gayo Máximo, un general veterano forjado en el Muro de Adriano, ahora encargado de defender la frontera más peligrosa del Imperio: el Rin.