Hay aspectos del comportamiento humano que, generación tras generación, se manifiestan invariablemente en las personas. Sin duda, uno de estos aspectos es el cuidado y la protección hacia los hijos. Sin embargo, hay otros factores que, de manera circunstancial, van surgiendo implicando, de forma paulatina, la modificación de hábitos y estilos de comportamiento, a los que es necesario adecuarse, tras haberlos estudiado y comprendido adecuadamente.