La adolescencia solo pasa una vez. Es una etapa que solemos esquivar cuando somos padres y madres.
Nadie suele decir: «qué bonita es la adolescencia de mi hijo, qué ganas tenía de que mi hija fuera adolescente». Sin embargo, entender y acompañar esta etapa es imprescindible para potenciar el desarrollo de sus habilidades y conseguir que su vida adulta sea lo más satisfactoria posible.