Los celos constituyen una reacción emocional compleja: enojo mezclado a menudo con sentimientos de odio y pensamientos de venganza, autocompasión, pena, tristeza, desánimo, mortificación, temor y ansiedad.
La persona invadida por ellos tiene miedo de que el
ser amado prefiera a otro y suele expresarlo mediante ira y hostilidad abierta que puede estar dirigida contra el rival competidor o contra la persona cuyo afecto se desea.