Cuando Frida Kahlo muere Diego Rivera, marido, ex marido y viudo de Frida, le pide al poeta Carlos Pellicer que convierta la Casa Azul en un museo para que el pueblo de México pueda visitarla y admirar la obra de la artista.
Pellicer seleccionó los cuadros de Frida que estaban en la casa, así como algunos dibujos, fotos, libros y cerámicas conservando los espacios tal cual los había adaptado el matrimonio para vivir y trabajar.