Con el dinero lidiamos buena parte de los seres humanos sin entender demasiado bien en qué estamos metidos.
El lenguaje críptico que caracteriza los asuntos financieros pareciera ser necesario para que sólo unos cuantos tengan la capacidad legal de crear dinero, cobrar intereses e inventar comisiones. Para el resto. pareciera tratarse de una realidad confusa por naturaleza y que asumimos como inevitable.