No lo amamos todo [indistintamente], sino que amamos sólo lo que es amable, a saber, lo bueno, o lo agradable, o lo útil. Lo útil es lo que procura un bien o un placer, de suerte que el bien y lo agradable son amables en cuanto fin. ¿Amamos lo que es bueno en sí, o lo que es bueno para nosotros?