La extraordinaria síntesis con la que Kant intentó cerrar la sutura entre el racionalismo y el empirismo es el corazón del tercer tomo de la historia de la filosofía de Copleston. La interpretación y la lucha por aceptar, refutar, superar, mejorar o precisar la apuesta crítica del kantismo supone el pistoletazo de salida a la época dorada del idealismo alemán, que concluye con otro gran sistema, el de Hegel, después del cual (como dan fe las obras, más suspicaces, fragmentarias y literarias, escritas por Kierkegaard, Nietzsche, Feuerbach, Marx o Schopenhauer) la filosofía ya no podrá volver a ser la misma.