Con la introducción del término "dispositivo", Foucault buscó modificar las categorías con las que la tradición ilustrada había analizado el poder político. De este modo, postuló una nueva teoría del poder y provocó un desplazamiento de su objetivo, desde la capacidad de dar muerte hacia la gestión y el control sobre la vida. Las derivas posteriores del pensamiento biopolítico, con los italianos Giorgio Agamben y Roberto Esposito como sus principales representantes, tendieron a destacar el carácter constrictivo de los dispositivos, dejando de lado las posibilidades intrínsecas de resistencia que ya el mismo Foucault había planteado en su obra tardía.