Si el descubrimiento freudiano del inconsciente nos ha enseñado a ver en los síntomas una figura, entendida como la figura del destino, esta obra sostiene la hipótesis de un "destino de los tiempos modernos". La problemática lacaniana del azar y lo real renueva el sentido y el uso de la categoría de destino, a partir de la interpretación del automaton y la tyche en la Física de Aristóteles.