El autor aborda el problema del pensamiento filosófico hispanoamericano delimitando cuidadosamente sus alcances; se refiere al pensamiento filosófico propiamente tal, y no a otras modalidades de pensamiento, como son las creencias religiosas, los programas políticos, las ideas artísticas; no se refiere al americano en general, ni al ibero o latinoamericano, sino exclusivamente al hispanoamericano.