Las mujeres desafiaron la condición de "inferiores", "incapaces" o "dependientes" a que las destinaba su esencia femenina.
Eligieron la literatura, la ciencia y la filosofía para expresarse. Incluso, en los períodos de censura pública, teorizaron en diarios íntimos o epístolas. Muchas veces se les prohibió el uso de la palabra y de la pluma, o simplemente fueron asesinadas por proseguir sus investigaciones.