Por lo general, la causa se entiende así: “amor o justicia”, pero no “amor y justicia”. En el lenguaje común y corriente, e incluso en el nivel más elevado de reflexión, con mayor razón cuando los dos conceptos son presentados en conflicto, no hay, no puede haber puentes entre la práctica individual del amor al prójimo y la práctica colectiva de la justicia que establece la legalidad y la equidad. Ya se favorezca a la una o a la otra, la insistencia va hacia la desproporción entre amor y justicia.