Poppy jamás soñó que encontraría el amor que ha encontrado con el príncipe Casteel. Le gustaría disfrutar de su felicidad, pero primero deben liberar al hermano de Casteel y encontrar al suyo. Es una misión peligrosa y una de enormes consecuencias con las que ninguno de los dos había soñado. Porque Poppy es la Elegida, la Bendecida. La verdadera regente de Atlantia. Lleva en su interior la sangre del rey de los dioses. Por derecho propio, la corona y el reino son suyos.