En el reino de Daradon, poseer un «espectro» —una forma de magia interna y viva— es una sentencia de muerte. Alissa ha vivido toda su vida ocultando el suyo, entre la nobleza que caza a la gente con poderes como si fueran animales.
Pero cuando una oleada de ejecuciones sacude el país y su padre es asesinado brutalmente, la joven no puede quedarse al margen.