Mientras viaja hacia el norte en dirección a la reina oscura, Ginebra cae en manos de sus enemigos. Tras ella se han quedado Lancelot, atrapada al otro lado de la barrera mágica que crearon para proteger a Camelot, y Arturo, quien está lejos de su reino persiguiendo falsas promesas. Pero el mayor peligro no es lo que Ginebra tiene por delante, sino lo que está enterrado en su interior.