Renata no era más que una niña cuando la Corona ordenó su secuestro. A ser una ladrona de recuerdos, el tipo de Moria más raro y temido, la utilizaron como arma durante la Ira del Rey, el asedio que provocó la muerte de miles de los suyos. Ahora Renata forma parte de los Susurros, y es una espía rebelde en contra de la Corona. Cuando a Dez, su comandante (y el muchacho al que ha terminado amando), lo captura el afamado Príncipe Dorado, Renata debe regresar al palacio y completar la misión de alto secreto que había empezado.