Durante doce largos años, la temible fortaleza de Azkaban retuvo a un infame prisionero llamado Sirius Black. Condenado por matar a trece personas con una sola maldición, se decía que era el heredero del Señor Tenebroso, Voldemort. Ahora ha escapado, dejando sólo dos pistas de adónde podría dirigirse: La derrota de Harry Potter contra Quien-tú-sabes fue también la perdición de Black.