La Tierra ha sido invadida por alienígenas, y los marcianos, con su tecnología superior, arrasan Londres y sus alrededores, sembrando muerte y destrucción allí por donde pasan. La adaptación radiofónica que Orson Welles hizo de esta novela en 1938 provocó que el público, aún desconocedor de la ficción televisiva, creyera que realmente se estaba produciendo una invasión extraterrestre y desató una gran alarma social.