Para salvar el reino y su amor, las chicas de papel y de fuego tendrán que darlo todo.
Pero la guerra ya se ha desatado.
El Palacio Escondido es el último lugar en el que a Lei le gustaría estar. Como prisionera, el Rey Demonio la utiliza como un recordatorio constante de que la guerra se aproxima. Y de que él está dispuesto a todo con tal de ganar.