Lyra tan sólo tiene once años, pero ya está marcada por el destino. Los niños de Oxford están desapareciendo, y se rumorea que lo mismo sucede en otros lugares. Armada con su aletiómetro, un objeto único que le permite adivinar lo que nadie sabe, Lyra parte hacia el Polo Norte con el propósito de salvar a los niños y averiguar qué se oculta tras sus desapariciones.