La india es quizá un lugar de nacimiento de las fábulas, que luego por medio de Esopo alcanzaron Occidente. La idea de hacer hablar a los animales no aparece en Esopo ni en Grecia, sino que surge de las narraciones hindúes del Panchatantra y el Hitopadesa. Igual que las mil y una noches, el Pacjantra tiene un marco en el cual se desarrollan las historias, un rey desesperado que enseña a sus hijos por medio de un brahmán sabio, comenzando sus lecciones con fabulas.