Juntos estamos avanzando a gran velocidad por el carril rápido de una autopista que cruza la frontera de las creencias tradicionales, las religiones y los hábitos del pasado. Al hacerlo, estamos consiguiendo que desaparezcan los límites de lo que en su día pensábamos que era imposible. Estas experiencias tan importantes son nuestro pasaporte de entrada a un nuevo mundo que emerge ante nuestros ojos.