Quizás Ud. no le haya dado demasiada importancia a estas situaciones tan normales como involuntarias en todas las personas. El hombre es un animal que piensa. Su animalidad esta afectada por la debilidad. Esta debilidad, para ser reparada periódicamente, necesita del reposo después de la acción, y para ello, esta condenado a acostarse después de la puesta del Sol.