La masonería no es una reliquia trasnochada del pasado y ajena a la realidad del hombre y la mujer de hoy.
Es una tradición viva y vivificante que conserva en sus ideas y sus símbolos toda la potencia intelectual capaz de dar respuesta a las preguntas esenciales que, tanto hoy como ayer, continúan haciéndose quienes se interrogan acerca de sí mismos y desean emprender un camino para la búsqueda de su verdadera identidad.