Todo el mundo conoce este símbolo, pero casi nadie sabe el poder que encierra. El ocho acostado o tumbado, también conocido como lemniscata, representa lo infinito, el desarrollo continuo y el equilibrio. Nos transporta a un contrapeso y a una armonía completos. Barbara Heider-Rauter, experimentada directora de seminarios y terapeuta, así como una de las grandes expertas en Aura-Soma, nos adentra en el mundo espiritual del ocho acostado.