Junto con otras trece competidoras, Tem debe entrenar con un basilisco para aprender el arte de la seducción y ganarse el corazón del príncipe Leo. Cuando Caspen es asignado como su tutor, Tem se da cuenta de que él es quien ha entrenado a todas las ganadoras previas y de que la posibilidad de conquistar al príncipe no es solo un sueño. Pero la antigua rivalidad entre humanos y basiliscos no ha sido olvidada, y la tensión entre ambos bandos no para de aumentar, por lo que ahora Tem se siente atrapada entre lo que siempre soñó y sus deseos.