En 1685, Luis XIV revoca el edicto de Nantes, que permitía la libertad de cultos en Francia. En este clima de intolerancia religiosa, Voltaire escribe el Tratado sobre la tolerancia con ocasión de la muerte de Jean Calas y anima al resto de los filósofos a hacer la guerra sistemáticamente, al Infame, es decir, a cualquier religión, pero, sobre todo, a la católica de Roma. Voltaire, a diferencia de Rousseau, pretende pasar de una oposición meramente intelectual a una lucha activa centrada en los casos particulares.