Gilbert Keith Chesterton fue un hombre interesado en la realidad de su tiempo y preocupado por influir en ella a través de su obra. Motivado por esta inquietud, a lo largo de su vida se dedicó a dos actividades intelectuales: la historia, sin la cual no puede entenderse ni la especie humana ni la propia época de sus integrantes, y la literatura, que es la expresión de la humanidad consciente y razonante.
Estos ensayos muestran otra faceta de su escritura, más allá de sus célebres historias detectivescas; dan testimonio de su pensamiento, el cual giraba principalmente en torno a temas como el destino de Inglaterra, la literatura inglesa, la cultura europea y la cristiandad, el aspecto más importante de su vida literaria, por el cual su figura quedó impregnada de cierta polémica, sobre todo por su conversión al catolicismo y la apasionada defensa de su fe.