Extraño estado aquel en que nos sumerge la lectura de Céline. Su verdadero milagro es el efecto de la lectura-fascinante, misterioso, íntimamente nocturno y liberador de una risa sin concesiones pero sin embargo cómplice, más allá de los contenidos de las novelas, del estilo de la escritura, de la biografía del autor o de sus posiciones políticas insostenibles (fascistas y antisemitas).