Federico Nietzsche es hoy día el más admirado de los filósofos, sobre todo entre los jóvenes, que ven en él al padre fundador del postmodernismo. Las grandes claves de su pensamiento, la experiencia dionisíaca, la crítica del cristianismo y la moral, las teorías del superhombre, la voluntad de poder y el eterno retorno o la primacía de la interpretación sobre el hecho, invitan a zambullirse en un modo único de hacer filosofía que un reciente crítico ha descrito luminosamente como “vida viroide”.