Por la abundante floración de sus ornamentos, por la enorme variedad de los temas y las escenas que la adornan, la catedral aparece como una enciclopedia muy completa y variada de todos los conocimientos medievales. Estas esfinges de piedra son, pues, educadoras incitadoras primordiales. Tal es el planteamiento de este libro: la catedral vista no sólo como un magno homenaje de los hombres a Dios, sino como un gran libro sagrado construido piedra a piedra para iniciar a los hombres en el conocimiento secreto de la existencia.