Cuando empezaba a despuntar el movimiento del nuevo ateísmo, los heraldos del ocaso religioso que acabarían siendo conocidos como los «Cuatro Jinetes» -Dawkins, Harris, Dennett y Hitchens- se reunieron para tomar una copa y a modo de experimento grabaron la conversación.
Así surgió esta charla rompedora y apasionante que enseguida se hizo viral.