Los ensayos de este volumen abundan en una idea que Thoreau anuncia ya en las primeras líneas de Desobediencia civil:
El mejor gobierno es el que gobierna menos. Sobre esta divisa, Thoreau edifica un discurso netamente libertario: El estado no puede constreñir a los ciudadanos.
Además, el autor apela al derecho de éstos a la rebelión. Rebelión contra la violencia y la injusticia, y, sobre todo, contra quienes las ejercen.