"Una vez terminado de leer el libro -dice Marguerite duras en la revista liberation- se siente la necesidad de anunciarlo como el único acto político y verdadero que se haya producido en Francia desde hace años"
A partir de 1967, y con el mayo francés como hito marcado, unos centenares de militantes intelectuales buscaron con plena conciencia proletarizarse. Robert Linhart fue uno de ellos.