Esta suite de seis piezas de ensayo literario personal, en la que el mecanismo de la escritura es protagonista, escritas con gesto irónico y lúdico, socarrón y tempestuoso, si bien críticas y realistas, siguen la estela de autores para quienes la crítica social es compatible con una dosis de autoflagelación.
Digamos G. K. Chesterton o Karl Kraus. En ellos se une la reflexión personal a la vivencia contemporánea para intentar la ansiada fusión entre vida y literatura.