En las últimas décadas hemos asistido a nuevos tipos de crisis que han obligado a revisar el papel de la asistencia, las formas de actuación sobre el terreno, el diseño de las estrategias de intervención, o incluso la preparación de los equipos que acuden al terreno. A principios de este siglo fueron los grandes desastres naturales, como el terremoto de Haití, los que movilizaron a los grandes equipos logísticos y médicos.