El mundo moderno sería imposible sin la electricidad; tanto en lo que se refiere a la vida doméstica como a los comercios, empresas e industrias. Sin embargo, se trata de una energía que resulta peligrosa si no se le maneja con el debido conocimiento.
La electricidad y sus áreas derivadas se rigen por normas y reglamentos estrictos, con el objetivo fundamental de garantizar la seguridad de las personas y sus bienes.