La tiranosaurio Isaure es aterradora; hasta sus hijos le tienen miedo. Pero ese día, pensando en cazar un hadrosaurio regordete, ¡muerde una roca!... y catástrofe, Isaure se rompe todos los dientes. Ya no puede cazar, y mucho menos alimentar a sus crías, sus hijos preocupados ante esta extraña madre, la siguen, la ven deambular... y comprenden que hay que ayudarla.