Diversos estudios elaborados por politólogos, economistas e historiadores, han definido a la corrupción como uno de los "mayores males globales desde que se conformaron los Estados democráticos". La corrupción, como fenómeno social, no tiene especificaciones de tiempo o lugar, es de carácter intemporal, que si bien es un problema de los individuos que muestran conductas ilícitas, también es resultado de una sociedad que funciona con un "sistema" que no es el correcto.