Sólo quienes consiguen el dominio y el conocimiento de sí mismos son verdaderos hombres y mujeres. Este libro propone un medio para lograr ese fin: el ejercicio del arte clásico de la oratoria.
En efecto, a lo largo de sus páginas se va conformando una imagen humana poderosa y firme, dispuesta siempre a la acción constructiva.