Desde el inicio de la humanidad, el hombre sintió la necesidad de tener objetos que pudieran ayudarle a obtener una satisfacción, como podría ser una herramienta, o bien, objetos que fueran un satisfactor en sí, pero, tanto unos como otros, debían tener una característica especial que era el pertenecerle a un determinado individuo, el cual, podría disponer a su libre albedrío de éstos.