Las exigencias de una sociedad situada en una de sus peores etapas, respecto a la inseguridad que aqueja a sus residentes, obliga a voltear hacia un sin fin de estrategias tendentes a limitar tal estado de zozobra, en justificación del suministro de un derecho penal de expansión y la consiguiente serie de instrumentos legales coercitivos poco útiles para combatir y minimizar la inseguridad.