Representa para su servidor un verdadero reto, pero también un privilegio, el poder ofrecer a nuestros hermanos policías de mi amado país, México, otro ensayo en conexidad metodológica y científica con aquella obra a la que denominé Policía nacional investigadora del delito (de editorial Porrúa, hoy día en su tercera edición), punto menos que importante, pues aportó con humildad académica y metodológica el nuevo esquema como planteamiento a la reforma constitucional y del Código Nacional de Procedimientos Penales, ya en vigor y con praxis procesal en nuestro país, que se aplica en todo proceso penal acusatorio.