Con este libro la autora se propone hacer evidente que la frecuente escisión entre los actos de legalidad y los actos de justicia es ficticia. No se trata de un dilema, aporía o disyunción entre una cosa y otra, con obligada opción por alguna, sino de un esfuerzo de la argumentación jurídica por hacer coincidir lo verdadero con la naturaleza misma de las cosas, con la posibles opciones de solución ante las cuestiones disputadas en el espacio societario. Es innecesario, entonces, que en el discurso jurídico actual se privilegie el lenguaje de la legalidad sin contenido real de justicia.